Todos los que nos dedicamos a la locución en casa, en mayor o menor medida, tenemos problemas con la acústica de nuestros “locutorios”: que si se oye lo de fuera, que lo de dentro molesta a los de fuera, que demasiado brillo, que demasiada reverb natural…
En “fin pilarín”, cuánta veces habremos gritado: “cómo se absorbe el sonido”. Pués se puede hacer. Pero cuidadín, que no mola nada. El hecho de perder referencias acústicas a nuestro alrededor, puede llegar a trastornarnos.
Las cámaras anecoicas son estudios especialmente tratados para absorber la mayor cantidad de sonido posible, se utilizan, basicamente, para probar, medir y calibrar aparatos acústicos.
Aquí os dejo un artículo que he encontrado por la “internete”, que habla de los “susodichos”. La gente que trabaja en estos ambientes, debe entrar con auriculares para “aislarse del aislamiento” y no perder, entre otros, el sentido del equilibro, que como muchos de vosotros sabeis, se encuentra en el oido interno: sin referencias acústicas nos marearíamos y terminaríamos cayendo. No os ha pasado nunca que, si pasais de un ambiente ruidoso a uno muy callado y tranquilo, os da una especie de “tararí”, que hasta que no se os acostumbra el cuerpo parece que os mareais.
¡La leche! Me ha salido un post que parece una tésis. Lo voy a dejar aquí y voy a leer una revista del corazón, para bajar un poco el nivel.
Besotes a tod@s, no “sus” olvideis de que si quereis decir algo, aquí lo podeis hacer.
Voz